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El que obedece a la verdad revelada nunca se equivoca

Virgen de Guadalupe

Corazón de Jesús

El Gran Milagro

Infiltración en la Iglesia

El Reino de la Paz

corromper

«por el cual hemos recibido la gracia y el apostolado para promover la obediencia a la fe» (Rom 1, 5).

El hombre está obligado a obedecer a la fe. Los dones de Dios son para la obediencia. No son para jugar con ellos, no son para decir que se tienen dones y carismas. Son para obedecer la Palabra de Dios que se da en ellos.

La fe es un acto de obediencia a Dios. Obedecer la Mente de Dios, que es obedecer Su Voluntad, hacer Su Voluntad, obrar lo divino.

Hay una fe que se rinde a Dios. Y hay otra fe que se rinde al hombre.

Cuando se cree a la autoridad del hombre que habla, entonces la fe es humana.

Cuando se cree a la autoridad de Dios que habla, entonces la fe es divina.

Cuando se cree a un hombre, no por su autoridad, sino por la evidencia de su testimonio, de sus estudios, de su trabajo, de sus investigaciones, entonces eso es una fe científica.

La fe divina es una fe de autoridad; no es científica: no se cree a los científicos, ni a los filósofos, ni a los psiquiatras…, para llegar a Dios. No se alcanza a Dios por la ciencia de ningún hombre, por ninguna sabiduría humana.

Se alcanza a Dios por la autoridad de Dios que habla, que revela Su Palabra.

«El justo vive de fe» (Rom 1, 17c).

Los hombres suelen caminar en la vida «de una fe a otra fe» (Rom 1, 17b), imitando así a los hombres del Antiguo Testamento, que creían en las divinas promesas, pero no podían creer en Cristo.

En el Nuevo Testamento, el objeto de la fe es Cristo, muerto y resucitado, en quien el Padre puso la salvación del mundo.

Muchos hombres son científicos en su fe: creen porque otros demuestran los hechos. Son como santo Tomás: si no ven con sus razonamientos humanos, no creen, no pueden creer. De estos hombres hay muchos: no se apoyan en la autoridad de la Iglesia, ni en la autoridad de la Jerarquía, ni en el poder humano de los hombres. Sólo se apoyan en su sabiduría humana.

Si estos hombres creen en algún falso profeta, entonces aparece en ellos la fe humana, porque todo falso profeta habla con una autoridad, en nombre de algo o de alguien.

Por eso, hay muchas falsas espiritualidades o religiones porque se pide la obediencia por la falsa autoridad de un hombre, por el falso poder que tiene ese hombre.

Los que van dejando a los falsos profetas y se van introduciendo en los verdaderos, son como los hombres del Antiguo Testamento: creen en lo que prometen las escrituras, las profecías, pero no han llegado a la verdadera fe, la fe divina, que sólo tiene un objeto: Cristo.

Con la fe divina se imita a Cristo, se hacen las obras de Cristo.

Quien no tiene esta fe divina, habla así de la fe:

«la característica propia de la luz de la fe es la capacidad de iluminar toda la existencia del hombre» (LF, n. 4).

La luz de la fe ilumina la vida de Cristo para imitarla. La fe no es para iluminar la existencia del hombre. Dios no da el don de la fe para que el hombre viva una historia, una cultura, una vida humana.

Dios da el don de la fe para que el hombre se transforme en Su Hijo. El objeto de la fe es Cristo, no es la existencia del hombre. Es Cristo y su Cruz. La vida del hombre es para poner los ojos en la vida de Cristo Crucificado.

La fe no es la apertura a un futuro, no es la promesa de una plenitud, no es una luz en el sendero:

«experimentamos que en él hay una gran promesa de plenitud y se nos abre la mirada al futuro. La fe…se presenta como luz en el sendero» (LF, n.4).

La luz de la fe es Cristo. Cristo es el Camino, no es la luz en el camino. Cristo no es una promesa, sino la Obra Redentora del Padre a la que todos tienen que asociarse si quieren salvarse. Cristo es una doctrina divina, sagrada, inmutable.

La fe divina es un Poder Divino:

«no me avergüenzo del Evangelio, que es Poder de Dios» (Rom 1, 16a);

es un Poder «para la salvación de todo el que cree; del judío primero, pero también del griego» (v. 16b).

Es un Poder que salva el alma que cree; por lo tanto, es un Poder que condena al alma que no cree. La salva de sus pecados, no de sus problemas sociales.

Si el alma obedece el Evangelio, a esa Palabra Divina, -que es un Poder Divino-, entonces esa alma encuentra un camino de salvación en su vida, aunque sea griego, aunque sea un hombre de mundo, aunque viva en sus pecados.  Si no hay obediencia a la fe, a la verdad revelada, no hay camino de salvación.

El Evangelio se funda en la Cruz de Cristo. Y la Cruz es siempre salvación o condenación.  Es la Roca que si se desecha, el hombre construye en el aire su vida; pero si se acepta, entonces la vida del hombre adquiere el sentido de Cristo.

Los hombres no quieren salvarse porque no obedecen a Dios, a la Verdad que Dios revela.  No es porque Dios no quiera salvarlos, es porque ellos no obedecen a Dios.

Dios se revela en la ley natural: los hombres no la obedecen. Luego, no hay salvación.

Dios se revela en la ley divina: los hombres no cumplen con los mandamientos. No es posible salvarse. No hay obediencia a la fe.

Dios da la ley de la gracia en Su Iglesia: los hombres meten en un saco roto la gracia y anulan el camino de salvación. Quien no cumple la ley de la gracia tampoco cumple con la ley divina ni con la ley natural.

La fe divina es la Mente de Dios que se da a conocer al hombre.

Y la Mente de Dios es siempre presente: no tiene tiempo.

Bergoglio habla de una fe científica, de una fe apoyada en el tiempo:

«Por una parte, procede del pasado; es la luz de una memoria fundante, la memoria de la vida de Jesús, donde su amor se ha manifestado totalmente fiable, capaz de vencer a la muerte. Pero, al mismo tiempo, como Jesús ha resucitado y nos atrae más allá de la muerte, la fe es luz que viene del futuro, que nos desvela vastos horizontes, y nos lleva más allá de nuestro « yo » aislado, hacia la más amplia comunión» (LF, n. 4).

Una fe que viene del pasado (= el recuerdo de la vida de Jesús) y que viene del futuro (= de Jesús resucitado): es la evolución del pensamiento del hombre y, por tanto, los múltiples cambios en su vida y en sus obras.

La fe no viene ni del pasado ni del futuro, porque la Mente de Dios no tiene tiempo, no vive en el tiempo, sino que es eterna.

La fe –para Bergoglio- ya no es algo eterno, permanente, igual, en todos los tiempos lo mismo; sino que es un vaivén de pensamientos. No es un presente, sino un pasado para construir un futuro.

La fe es la Mente de Dios. Y Dios no tiene tiempo. Dios no es un pasado ni un futuro. Es un presente eterno. Esa Mente es la misma para todos los hombres y para todos los tiempos de los hombres: nunca cambia. Cuando Dios habla dice siempre lo mismo. Su Pensamiento Divino no cambia en el tiempo, en la historia de los hombres.

Es necesario que el hombre obedezca esta Mente Divina si quiere encontrar un camino para salvar su alma. ¡Obediencia! ¡Obediencia a la fe! ¡Creer en la Verdad que Dios habla!

Es lo que no habla Bergoglio, porque es un hombre sin fe divina. Él mismo se obedece a su propio pensamiento humano. Él mismo cae en su propia fe científica. Bergoglio abaja lo divino, no sólo a lo humano, sino a su propio pensamiento de hombre. Encierra en su mente a Dios. Y, por lo tanto, se hace él mismo inútil para conocer la Mente y la Vida de Dios.

Para conocer a Dios: obedecer Su Mente Divina.

Obediencia a una Sabiduría Divina:

«la fe es la substancia de las cosas que se esperan, es el argumento de lo que no es mostrado» (Hb 11, 1)..

  • Es la substancia: es una verdad que subsiste por sí misma, que no está apoyada en otra realidad, sino en la suya propia, que es una realidad sobrenatural. Es algo sobrenatural que no se posee, sino que se espera. Por la misma fe se hace existente en el corazón aquello que todavía no existe en el presente. Existe en el alma que cree, pero no existe en la realidad de la vida.

Se cree en el Cielo, pero no se vive en el Cielo. Se cree en Dios, pero no se ve a Dios. Se cree en la Eucaristía, pero no se ve con los ojos humanos a Jesús. No se cree para construir un futuro, sino para obrar una Voluntad de Dios en el presente del hombre, en la historia, en la cultura, en la vida del hombre.

La fe divina es siempre para un presente, para una obra divina; la fe humana es siempre para construir un futuro humano, para una obra humana.

La fe divina es una substancia sobrenatural para el corazón, no para ponerla en la realidad de la existencia humana.

Con la fe divina no se puede construir un paraíso en la tierra.

Con una fe humana, los hombres intentan conquistar la Creación para cambiarla a su capricho. Y, al final, tampoco consiguen la felicidad que persiguen. Los que persiguen el establecimiento de un gobierno mundial tienen esta fe humana, que se apoya en una fe científica, en una interpretación del dogma, de la verdad que Dios ha revelado:

«El mundo ha cambiado y la Iglesia no puede encerrarse en supuestas interpretaciones del dogma. Tenemos que acercarnos a los conflictos sociales, a los nuevos y a los viejos, y tratar de dar una mano de consuelo, no de estigmatización y no sólo de impugnación» (ver texto).

El mundo ha cambiado, pero no la Mente de Dios. Se apela al hombre, a sus cambios, para salir del dogma, para no obedecer la ley de la Iglesia, para no sujetarse a la Autoridad Divina en la Iglesia, para cambiar la doctrina y la moral.

El que vive sin fe divina tiene que estar mirando al hombre, a lo social, a la vida de los hombres para inventarse una falsa misericordia, que conlleva una falsa promesa de salvación: se quiere liberar al hombre de sus problemas sociales, quitando de en medio, del centro de su vida, la ley Eterna de Dios.

El que vive su fe humana se centra sólo en el hombre: pone al hombre como el centro de todas las cosas humanas, como el rey del universo:

«cuando el hombre no está en el centro, hay otra cosa en el centro y el hombre está al servicio de esta otra cosa. La idea es, por lo tanto, salvar al hombre, en el sentido de que vuelva al centro: al centro de la sociedad, al centro de los pensamientos, al centro de la reflexión. Conducir al hombre, nuevamente, al centro (…) Os agradezco la ayuda que ofrecéis con vuestro trabajo, con vuestra reflexión para recuperar esta situación desequilibrada y para recuperar al hombre y volver a llevarlo al centro de la reflexión y al centro de la vida. ¡Es el rey del universo!» (ver texto).

Bergoglio está preocupado de que el hombre pierde la humanidad y se convierte «en un instrumento del sistema, sistema social, económico, sistema donde dominan los desequilibrios». Y, entonces, aparece «una política, una sociología, una actitud «del descarte»: se descarta lo que no sirve, porque el hombre no está en el centro» (Ib).

Es su fe humana: el hombre en el centro. Si se pierde ese centro, entonces viene la cultura del descarte. Y hay que arreglar esa cultura, que se convierta en una cultura del encuentro, en donde el hombre sea el rey del universo.

El centro de la vida de todo hombre es la Mente de Dios, la Mente de Cristo, la ley Eterna de Dios. Si se quita este centro, entonces el hombre pone su mente humana y sus leyes, olvidándose para qué Dios lo ha creado, que no es para estar en el centro de la Creación, sino para hacer una obra divina en su vida humana. No es para construir un paraíso en la tierra, sino para salvar su alma.

Si el hombre no está en el centro, no está al servicio de lo suyo humano, de su vida, entonces está al servicio de otra cosa. Esa cosa es el centro. Toda la salvación del hombre consiste en poner al hombre en el centro. ¡Esta es la barbaridad que predica Bergoglio! Ya no se salva el alma, sino que se idolatra al hombre. ¡No hay redención del pecado con Bergoglio, sino liberación social, económica, política, cultural!

Por eso, vivir de fe divina es difícil para los hombres, porque éstos quieren tocar lo que creen, quieren palpar la felicidad; buscan aquello que creen, pero no lo encuentran en el mundo que viven. No lo pueden encontrar. Dios no está en el mundo, sino en el Cielo.

Con frecuencia los hombres buscan una fe humana: ponen al hombre en el centro. Y se olvidan de la fe divina: Dios es el que está en el centro. Dios es el que manda, el que ordena, el que planifica la vida de los hombres, el que provee. No es el hombre.

Por eso, dice Jesús que Su Reino no es de este mundo: «mi Reino no es de aquí» (Jn 18,36d). Hay que vivir aquí, en el mundo, pero sin ser del mundo. No hay que vivir para poner al hombre en el centro. Si se vive así, se condena al hombre al infierno: no sólo hace su existencia humana un infierno, sino que se le impide la salvación de su alma.

Hay que vivir con esa substancia sobrenatural, con esa realidad sobrenatural en el corazón, pero siempre pensando que «esta misma noche te pedirán el alma, y todo lo que has acumulado, ¿para quién será?» (Lc 12, 20).

Sólo la fe divina está por encima de todas las grandezas humanas, porque aspira a lo que ningún hombre puede dar con sus esfuerzos humanos. La gloria de Dios en la tierra sólo se alcanza en el Espíritu, no con el esfuerzo del hombre.

  • Es el argumento: es la prueba, es demostrar que esas cosas sobrenaturales, que no se ven, son ciertas y verdaderas.

La fe es un acto del entendimiento: no es un sentimiento, no es algo sensible, no es una opinión de las masas, no es una memoria fundante. «Es el asentimiento racional del alma libre» (San Clemente de Alejandría – R 421).

La fe es una inteligencia divina en el alma: es pensar como Dios piensa: sin tiempo, sin espacio, sin límites, sin condiciones, sin presupuestos humanos. Es tener la Mente de Cristo, para ver la Iglesia como la ve Cristo, para obrar en la Iglesia las mismas obras de Cristo.

Es poca la Jerarquía que posee la Mente de Cristo: carece de fe divina. Están en una fe humana o en una fe científica.

En la fe divina, el hombre entiende la verdad que Dios le revela para obedecerla. El hombre no es ciego en la obediencia: primero el hombre debe entender que hay una verdad. Si no ve la verdad, no puede dar su asentimiento, porque no se puede obedecer una mentira o a un hombre mentiroso.

El ciego siempre obedece a una mentira. Y la ve como verdad, a causa de su pecado de soberbia.

Muchos dicen que obedecen a Bergoglio porque el que obedece no se equivoca. Estas personas viven sin discernimiento espiritual y son ciegos en su fe: creen cualquier cosa y a cualquier hombre.

«el que obedece cumple siempre la voluntad de Dios, no porque la orden de la autoridad sea siempre conforme con la voluntad de Dios, sino porque es voluntad de Dios que se obedezca a quien preside» (San Agustín – La vida fraterna en comunidad, 50).

Se obedece a quien preside, a quien tiene la autoridad divina. Los anticonceptivos no son malos porque lo diga el Papa, sino porque el Papa, en su autoridad divina, enseña que son malos, enseña lo mismo que ha revelado Dios, la misma verdad. No cambia la doctrina, no cambia la fe, la verdad.

La Autoridad está obligada a buscar la Verdad que Dios revela para enseñarla:

«Ahora bien, la autoridad, por su parte, ha de buscar asiduamente y con ayuda de la oración y la reflexión, junto con el consejo de otros, lo que Dios quiere de verdad. En caso contrario, el superior o la superiora, más que representar a Dios, se arriesga temerariamente a ponerse en lugar de Él» (ver texto).

Se cree en la verdad que Dios revela: en la doctrina, en la moral; pero se obedece a la persona que habla con autoridad divina: que enseña la misma verdad divina. Y entonces nunca hay error en la obediencia, porque el alma se sujeta a una verdad revelada, a un dogma, a algo inmutable, a una substancia, a una realidad sobrenatural que se espera.

Pero aquella jerarquía que no enseña la verdad divina, no puede ser obedecida, porque ya no representa a Dios, sino a sí misma: habla con un poder humano, no con un poder divino. Habla con una fe humana, no con una fe divina. Esa jerarquía se pone en el lugar de Dios (= lo usurpa) para enseñar una mentira.

El que obedece la verdad revelada nunca se equivoca; pero el que obedece la mentira, se queda ciego para toda su vida.

La fe es un argumento, una prueba: la razón humana tiene que probar que lo que Dios revela es una verdad. Y sólo se puede probar cuando el hombre piensa: si Dios revela, entonces no puede engañar al alma. En lo que Dios revela, el hombre no encuentra ningún engaño, ninguna mentira. Si la encuentra, entonces es que no es Dios quien habla, sino el demonio o el hombre mismo.

Sólo se puede obedecer a la verdad que Dios siempre revela. Y cuando Dios revela, nunca engaña.

Pero no se puede obedecer a una mentira, porque Dios no puede revelar una mentira.

Cuando el hombre se ciega, entonces es que su mente está cerrada en la soberbia: no sabe distinguir entre verdad y mentira. Llama verdad a una mentira; y llama mentira a una verdad.

Es lo que pasa en muchos católicos con Bergoglio: lo tienen como papa verdadero. Le dan obediencia como papa verdadero. Han quedado ciegos por la soberbia de sus mentes. No han sabido discernir ante las palabras o las obras de un hombre que lo llaman Papa, sin serlo.

Si la fe es un argumento, entonces la razón tiene que ver si Bergoglio está en la verdad, si habla la misma verdad que Dios ha revelado. Porque si no la habla entonces ese hombre no habla con la autoridad de Dios, sino con la suya propia: ese hombre se pone él mismo en el centro. Usurpa el poder de Dios para dar su mentira.

La obediencia nunca es ciega; pero la fe es siempre oscura.

La fe divina es el asentimiento rendido por la autoridad de Dios que habla.

Dios habla al alma, pero Dios no demuestra lo que habla. Dios no da datos al alma para que el alma vaya argumentando su fe. Creer no es demostrar las cosas de las cuales se habla. Dios da la verdad al alma. Creer es obedecer a esa Verdad que Dios habla. Para esa obediencia, se necesita que el hombre haga un acto de entendimiento.

Con su razón tiene que ver la verdad y someterse, libremente, a esa verdad.

No se puede creer porque el otro cree; no se puede creer por una opinión común; por un sentimiento que está en el ambiente; por las obras que se hacen en una comunidad. No se puede creer a un Papa porque lo han puesto, lo han elegido unos cardenales o ha habido un cónclave. Cada hombre tiene que creer por sí mismo. No existe una fe común de la cual se echa mano para tener una serie de conocimientos sobre Dios o para estar en la Iglesia.

Cada hombre tiene que creer en el Papa. Y, por tanto, cada hombre está obligado a discernir si ese hombre que han puesto en el trono de Pedro tiene el Espíritu de Pedro o no lo tiene.

La fe divina es un acto de entendimiento: no es aceptar a un hombre porque unos cardenales lo han puesto ahí. No es aceptar ciegamente a un hombre: es discernir al hombre.

Es necesario ver si ese hombre habla con la autoridad de Dios; y si habla la verdad divina. Dos cosas:

  1. ¿Tiene el Poder de Dios para ser Papa? (Respuesta: No. Bergoglio gobierna la Iglesia con un gobierno horizontal. La Iglesia sólo se gobierna con un gobierno vertical. Luego, Bergoglio no posee la Autoridad Divina para gobernar la Iglesia. Sólo tiene un poder humano en su gobierno. Con ese poder humano, está levantando su iglesia.)
  2. ¿Enseña la Verdad que Dios ha revelado? (Respuesta: No. Las herejías de Bergoglio son claras y manifiestas. Nunca las ha quitado, sino que constantemente enseña lo contrario a lo que Dios ha revelado. Bergoglio no posee la fe católica, sino que posee su fe humana y científica.)

La fe divina no es una ciencia, no es un conjunto de saberes humanos, no es una recopilación de datos, no es someterse ciegamente a un hombre, o a una jerarquía: es la obediencia de cada hombre a Dios, a la Verdad que Dios habla. Y es una obediencia libre, pero no ciega. Oscura, porque en la fe no se posee toda la verdad. Hay misterios que permanecen ocultos a los hombres, que los hombres no pueden captar con sus entendimientos.

Por eso, el motivo para creer no es la verdad intrínseca de lo que se conoce, sino la autoridad de Dios que revela.

El motivo para creer en un Papa no es el Papa mismo, no es el hombre que se conoce como Papa; es la autoridad de Dios que revela que ese hombre es el Papa que Dios ha elegido.

¿En Bergoglio se revela la autoridad divina? Esta es la pregunta que hay que hacerse.

En la Iglesia no se cree en los hombres, sino en el Poder de Dios que habla a través de los hombres. Si un hombre, una jerarquía, no está con Dios, no ha sido elegida por Dios, entonces no se manifiesta en ella el Poder de Dios, la Verdad de Dios. Es imposible. No se da la Presencia de Dios en un hombre que Dios no ha elegido.

El motivo del hombre que cree en Dios es la Autoridad Divina. No se cree en Dios por una autoridad humana: no por un poder humano, no por una elección humana.

Dios ha puesto Su Autoridad en la Iglesia: la Jerarquía.

La Jerarquía verdadera es aquella que cuando habla transmite la misma Palabra de Dios, la misma Verdad que Dios ha revelado y enseñado. Entonces esa Jerarquía tiene Autoridad Divina. No engaña al Rebaño. Son otros Cristo.

La Jerarquía falsa es aquella que cuando habla comunica una palabra distinta a lo que Dios ha hablado. Entonces esa Jerarquía sólo posee una autoridad humana. Engaña al Rebaño. Son lobos vestidos de humildad y de pobreza.

Aquel que obedece a la Jerarquía verdadera, entonces nunca se equivoca en la Iglesia. Porque esa Jerarquía nunca lo engaña.

Pero aquel que obedece a la Jerarquía falsa, entonces está en el error como se encuentra dicha Jerarquía. Vive en el engaño que transmite esa Jerarquía. Por eso, toda la Iglesia vive, actualmente, en un gran engaño, en el mayor engaño: obedeciendo a un hombre que no tiene Autoridad Divina en la Iglesia. Es decir, están levantando una nueva iglesia que no puede salvar a nadie.

Como la fe es una obediencia, entonces si crees que Bergoglio es Papa, tienes que obedecerle como Papa. Eso significa: asentir a lo que su mente comunica: pensar como él piensa y obrar como él obra.

La fe es siempre una obra. El que cree obra lo que cree.

Si crees en la mente de un masón, entonces vas a obrar las obras del masón. Porque la fe es obediencia; es asentir con el entendimiento humano por la autoridad del que habla.

Si crees en Bergoglio, tienes que sujetarte a su autoridad humana, y pensar y obrar como él piensa y obra en la Iglesia.

Si haces eso, entonces no posees la fe divina, sino sólo fe humana. Y como la fe de Bergoglio es científica, entonces crees sólo en Bergoglio, no por su autoridad, sino por lo que dice, por lo que enseña, por lo que habla.

Y como lo que habla Bergoglio no tiene ni pies ni cabeza, es un hablar sin lógica, entonces tu fe es nada, una locura, una impostura.

Para Bergoglio, nadie puede creer por sí mismo: luego Bergoglio anula el acto de entendimiento. Ya la fe no es un argumento, una prueba de algo que no se ve. La fe no es un asentimiento a una verdad revelada; no es asentir por la autoridad de Dios; no es algo impuesto por la autoridad de la Iglesia. Sino que es algo que va evolucionando, una perpetua evolución, que se opone a toda concepción de verdades inmutables, a las cuales el hombre no puede adherirse, porque no existe el acto de entendimiento: no se da la obediencia a la fe.

Para Bergoglio, se cree en la comunidad, en el pueblo, en un lenguaje humano común. Y, por lo tanto, para Bergoglio no se da una relación vital entre el hombre y Dios: no se cree para una vida divina, para dar a la vida un sentido religioso, personal, privado.

Se cree para un bien común, nunca privado; que es del hombre y sólo para el hombre: no existe una relación personal entre el hombre y Dios. Sólo se da los encuentros humanos, sociales, de masa, culturales.

Por tanto, si crees que Bergoglio es Papa, no tienes ninguna fe: Bergoglio es antiintelectual. Va en contra de toda inteligencia. Por eso, él vive y deja vivir. Es un vividor de su negación de Dios.


23 comentarios

  1. Mariana dice:

    Nossa!!!…esta frase «mexeu» comigo!!…Nossa!…meus olhos lacrimejaram..!
    Acho-a linda…estremamente significativa…

    …»La fe es una inteligencia divina en el alma…es pensar como DIOS piensa!»…

    Gracias!!!

  2. Mariana dice:

    PADRE!!!Muiiito obrigada!!!Amo ler seus escritos! Estou aprendenfo muiiito da Verdadeira TEOLOGIA com o senhor!!Penso que sejas um CARDEAL!!um CARDEAL fiel a JESUS CRISTO!!
    Muito obrigada por nos ensinar e ajudar a nos livrar dos enganos vindos….de onde não deveriam, jamais vir!!
    DEUS E NOSSA SENHORA o guardem e abençoem! Sempre,amém.
    Gracias!

  3. José dice:

    Mezclar la verdad con las herejías es como beber un vaso de agua con gotas de cianuro.

    Gálatas 5:9 Un poco de levadura fermenta toda la masa.

    Fuente:
    https://moimunanblog.wordpress.com/2015/01/21/tactica-modernista-de-bergoglio/

  4. José dice:

    El Arzobispo Fulton J. Sheen nos explica : “La primera tentación de nuestro Señor fue la de convertirse en una especie de reformador social y dar pan a las multitudes del desierto que no pudieran encontrar en él más que piedras. La visión del mejoramiento social sin una regeneración espiritual ha constituido una tentación a la que han sucumbido por completo muchos hombres importantes de la historia”.

    “El maligno espíritu le estaba diciendo: “¡Empieza con la primacía de lo económico! ¡Olvida todo lo referente al pecado!” Todavía sigue diciendo lo mismo con diferentes palabras…”

    “Nuestro Señor no estaba negando que los hombres deban ser alimentados, o que deba predicarse la justicia social, sino que aseguraba que estas cosas no son lo primero de todo. En realidad, estaba diciendo a Satán: “Me estás tentando para que establezca una religión que suprima las necesidades; tú quieres que yo sea un panadero en vez de un salvador; un reformador social en vez de un redentor. Me estás tentando para que me aleje de mi cruz, sugiriéndome que yo sea un caudillo barato del pueblo, llenando sus vientres en vez de llenar sus almas. Quisieras que yo comenzara con la seguridad en vez de terminar con ella; quisieras que yo trajera la abundancia externa en vez de la santidad interior”.

    “¡Yo sé que es el hambre humana! Yo mismo he pasado cuarenta días sin comer nada. Pero rehúso convertirme en un mero reformador social que se limita a abastecer el vientre. No puedes decir que me desentienda de la justicia social, porque en este momento estoy sintiendo el hambre del mundo”.

    “¡Apártate, Satán! Yo no soy como un obrero social que nunca ha sentido hambre él mismo, sino uno que dice: “¡Yo rechazo cualquier plan que prometa hacer más ricos a los hombres sin hacerlos más santos!” ¡Recuérdalo! Yo, que digo: “¡No sólo de pan vive el hombre, sino de toda Palabra de Dios!”, ¡no he probado el pan desde hace cuarenta días!”. Vida de Cristo, Ed. Herder, Barcelona 1996, p.63-64.

    Francisco:
    «Si un niño recibe su educación de los católicos, protestantes, ortodoxos o judíos, eso no me interesa. A mí lo que me interesa es que lo eduquen y le quiten el hambre.»

    Fuentes:
    http://tradiciondigital.es/2013/08/02/no-le-importa-la-educacion-catolica-sino-que-les-quiten-el-hambre/

    • Jose M dice:

      Fabulosa cita que desbarata en pocas líneas la teología de la liberación que está infectando nuestras iglesias. Me ha encantado.

  5. Marita dice:

    Francisco es saludado por 40 elefantes budistas:

  6. Daniel Cortez Alaña. dice:

    ¡Es por ello que se ha estado promoviendo la Confesión Sacramental frecuente con penitencia!; para que se pueda ver que todavía existe la triste labor de satanás -¡así, con minúscula, porque no merece más!- de hacernos creer que desapareció, por causa de sus mentiras…¡el pecado!.

  7. José Manuel Guerrero dice:

    Francisco: “La confesión no es un juicio, es un encuentro”

    Con estas palabras, Bergoglio, se coloca definitivamente, por si quedan dudas, fuera de la Iglesia Católica.

    “Concilio de Trento. Doctrina del Santísimo Sacramento de la Penitencia
    Cap. II.- Se conoce empero por muchas razones, que este Sacramento se diferencia del Bautismo; porque además de que la materia y la forma, con las que se completa la esencia del Sacramento, son en extremo diversas; consta evidentemente que el ministro del Bautismo no debe ser juez; pues la Iglesia no ejerce jurisdicción sobre las personas que no hayan entrado antes en ella por la puerta del Bautismo. ¿Qué tengo yo que ver, dice el Apóstol, sobre el juicio de los que están fuera de la Iglesia? No sucede lo mismo respecto de los que ya viven dentro de la fe, a quienes Cristo nuestro Señor llegó a hacer miembros de su cuerpo, lavándolos con el agua del Bautismo; pues no quiso que si estos después se contaminasen con alguna culpa, se purificaran repitiendo el Bautismo, no siendo esto lícito por razón alguna en la Iglesia católica; sino que quiso SE PRESENTASEN COMO REOS ANTE EL TRIBUNAL DE LA PENITENCIA, PARA QUE POR LA SENTENCIA DE LOS SACERDOTES PUDIESEN QUEDAR ABSUELTOS…
    Cap. V.- De la Confesión.
    De la institución que queda explicada del sacramento de la Penitencia ha entendido siempre la Iglesia universal, que el Señor instituyó también la Confesión entera de los pecados, y que es necesaria de derecho divino a todos los que han pecado después de haber recibido el Bautismo; PORQUE ESTANDO NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO PARA SUBIR DE LA TIERRA AL CIELO, DEJÓ LOS SACERDOTES SUS VICARIOS COMO PRESIDENTES Y JUECES, A QUIENES SE DENUNCIASEN TODOS LOS PECADOS MORTALES EN QUE CAYESEN LOS FIELES CRISTIANOS, PARA QUE CON ESTO DIESEN, EN VIRTUD DE LA POTESTAD DE LAS LLAVES, LA SENTENCIA DEL PERDÓN, O RETENCIÓN DE LOS PECADOS. Consta, pues, que no han podido los sacerdotes ejercer esta autoridad de jueces sin conocimiento de la causa, ni proceder tampoco con equidad en la imposición de las penas, si los penitentes solo les hubiesen declarado en general, y no en especie, e individualmente sus pecados…
    Cap. VII.- De los casos reservados.
    Y POR CUANTO PIDE LA NATURALEZA Y ESENCIA DEL JUICIO, QUE LA SENTENCIA RECAIGA PRECISAMENTE SOBRE SÚBDITOS; SIEMPRE HA ESTADO PERSUADIDA LA IGLESIA DE DIOS, Y ESTE CONCILIO CONFIRMA POR CERTÍSIMA ESTA PERSUASIÓN, QUE NO DEBE SER DE NINGÚN VALOR LA ABSOLUCIÓN QUE PRONUNCIA EL SACERDOTE SOBRE PERSONAS EN QUIENES NO TIENE JURISDICCIÓN ORDINARIA O SUBDELEGADA. Creyeron además nuestros santísimos PP. que era de grande importancia para el gobierno del pueblo cristiano, que ciertos delitos de los más atroces y graves no se absolviesen por un sacerdote cualquiera, sino sólo por los sumos sacerdotes; y esta es la razón porque los sumos Pontífices han podido reservar a su particular juicio, en fuerza del supremo poder que se les ha concedido en la Iglesia universal, algunas causas sobre los delitos más graves. Ni se puede dudar, puesto que todo lo que proviene de Dios procede con orden, que sea lícito esto mismo a todos los Obispos, respectivamente a cada uno en su diócesis, de modo que ceda en utilidad, y no en ruina, según la autoridad que tienen comunicada sobre sus súbditos con mayor plenitud que los restantes sacerdotes inferiores, en especial respecto de aquellos pecados a que va anexa la censura de la excomunión. Es también muy conforme a la autoridad divina que esta reserva de pecados tenga su eficacia, no sólo en el gobierno externo, sino también en la presencia de Dios. No obstante, siempre se ha observado con suma caridad en la Iglesia católica, con el fin de precaver que alguno se condene por causa de estas reservas, que no haya ninguna en el artículo de la muerte; y por tanto pueden absolver en él todos los sacerdotes a cualquiera penitente de cualesquiera pecados y censuras. Mas no teniendo aquellos autoridad alguna respecto de los casos reservados, fuera de aquel artículo, procuren únicamente PERSUADIR A LOS PENITENTES QUE VAYAN A BUSCAR SUS LEGÍTIMOS SUPERIORES Y JUECES PARA OBTENER LA ABSOLUCIÓN.

    Can. IX. SI ALGUNO DIJERE, QUE LA ABSOLUCIÓN SACRAMENTAL QUE DA EL SACERDOTE, NO ES UN ACTO JUDICIAL, sino un mero ministerio de pronunciar y declarar que los pecados se han perdonado al penitente, con sola la circunstancia de que crea que está absuelto; o el sacerdote le absuelva no seriamente, sino por burla; o dijere que no se requiere la confesión del penitente para que pueda el sacerdote absolver; sea excomulgado”.

    • Juan Pablo dice:

      Si el iluminado de Santa Marta es vago como para consultar Concilio de Trento, por lo menos, marche un Catecismo Mayor del Papa (verdadero) San Pio X para Bergoglio que es más fácil de consultar:

      681.- ¿Por qué habéis dicho que el sacerdote ha de estar aprobado por el Obispo? – El sacerdote ha de estar aprobado por el Obispo para oír confesiones, porque para administrar válidamente este sacramento no basta la potestad del orden, sino que es necesario, además, la potestad de jurisdicción, O FACULTAD DE JUZGAR, la cual ha de darla el Obispo.

      El hombre dice: «pero al final, un poco arrepentido, pides perdón, ¡te perdona en seguida!» Que alguien le cuente que para que la confesión sea válida, no puedes estar «un poco arrepentido» o lo que es lo mismo «más o menos arrepentido». ¿O sugiere que se puede callar algún pecado?

      “Muchas veces las confesiones parecen una práctica, una formalidad: ‘Po, po, po, po, po… Po, po, po… ya”. ¡Todo mecánico! ¡No! ¿Y el encuentro donde está?»:

      1. ¿Qué quiere decir que LA CONFESIÓN HA DE SER BREVE? – La confesión ha de ser breve quiere decir que no hemos de manifestar nada inútil al confesor.

      “no se debe pagar nada”, porque ya “Cristo ha pagado por nosotros”.
      Además de sonar bastante protestante, me parece que se olvida de la Penitencia (no solo Confesión) se llama así porque:

      674.- ¿Por qué se da el nombre de Penitencia a este sacramento? – Se da el nombre de Penitencia a este sacramento porque para alcanzar el perdón de los pecados es necesario detestarlos con arrepentimiento, y porque quien ha cometido la culpa debe sujetarse a la pena que le impone el sacerdote.

      En realidad no es nada bonito confesarse como él lo pinta, pero debido a la naturaleza caída del hombre, es necesaria toda vez que se ha cometido pecado mortal. ¿Por qué no lo ensaña? Porque no quiere.

      Podemos agregar el punto:
      771. ¿Deben los confesores dar siempre la absolución a los que se confiesan? – Los confesores sólo deben dar la absolución a los que JUZGAN bien dispuestos para recibirla.

      El iluminado de Santa Marta sabe más que todos los papas que han pasado: «La confesión, concluye, más que un juicio es un encuentro”

      ¡Ah, ya sé. La cultura del encuentro! No podía faltar.

  8. Empera dice:

    Hola Padre quiero también comentar para hacer una denuncia publica contra la pagina de Gloria tv lamentablemente siguen los acosos en Gloria tv; siguen la persecución contra los que defendemos la Iglesia de Jesucristo. Hay un legionario llamado Gerardo Mendoza que es el cabecilla de este acoso en la pagina que antes era católica y ahora se dedica a hacerle proselitismo a la figura de Jorge Bergoglio y también otro moderador llamado Anthony Principe que ahora controlan la pagina y se dedican a burlarse de los usuarios para desacreditarlos y defender a Bergoglio, que pero esas mismas personas se niegan a defender los derechos de Dios. Lamentablemente Don Reto ha perdido el control de la pagina y permite que se sigan burlando de los usuarios los moderadores que no han sido removidos, ellos siguen jugando con la pagina adulterando los enlaces que compartimos, y siguen espiando los correos privados para hacer publica las conversaciones que tenemos. Han cometido varios fraudes cibernéticos como suplantación de cuentas nos hemos quejado pero sin ningún resultado al contrario Don Reto los protege y cuando los hemos denunciado públicamente nos ha cancelado a nosotros las cuentas. Hago esta denuncia porque muchos hermanos católicos también confían en las paginas católicas que ahora han sido tomadas por estos herejes liberales progresistas.

    Solo unos cuantos nos hemos quedado para defender a la Iglesia de estas herejías modernistas. Lamentablemente cada vez los ataques que nos lanzan son a nivel personal insultándonos y amenazándonos con el Infierno. Una guerra sucia ya que mientras nosotros nos limitamos a presentar las evidencias ellos nos insultan y acosan de muchas maneras. Hago esta denuncia publica para que los hermanos de buena fe que visitan la pagina de Gloria tv este avisados, ya que esas dos personas están mal de la cabeza abren cuentas ficticias para apoyarse a ellos mismos, están dispuestos a todo, para hacerles creer a los usuarios que son la mayoría apoyando a Bergoglio y nos siguen violando los derechos de libertad de expresión. Ellos quieren tener el control de la pagina para manipular la información que le llega al publico por eso mismo ese legionario incluso a subido videos adulterados para encubrir a Bergoglio.
    Esa pagina es concurrida por muchos sacerdotes y laicos es por esto que ellos tienen una guerra desleal contra nosotros para silenciarnos.
    Sabemos que esta lucha es desigual solo queremos denunciarlos y pedir la protección de San Miguel Arcángel para que nos defienda en la Lucha y pedir que la Sangre de Cristo nos cubra.

    http://panoramacatolico.info/articulo/acoso-en-gloria-tv

  9. Empera dice:

    La foto en la catedral de Manila lo que demuestra es la idolatría a un hombre la Bergogliomania dejando a un lado al Rey de Reyes para rendirle culto a un hombre que rechaza las enseñanzas de la iglesia católica abiertamente y que ha negado públicamente a Jesucristo ante las falsas religiones del mundo.

  10. anonimo dice:

    Siendo que la mayoría de la jerarquía están ciegos y parecen no darse cuenta que Bergoglio no es papa, ¿vale la pena hacerle ver al confesor que uno cree esto? o ¿mejor callar porque no van a entendernos e incluso pueden pensar que somos cismáticos?

    • josephmaryam dice:

      Dar testimonio de la verdad en la Iglesia es lo que se exige a todos los católicos, porque la Iglesia es la Verdad: el Cuerpo Místico de Cristo, que son todos los fieles, tiene que vivir en la verdad y obrar la verdad.
      Otra cosa es si conviene callar ante los hombres que no tienen fe, ante una jerarquía que no cree. Porque, a veces, es mejor callar que decir la verdad.
      Cada alma tiene que ver, tiene que discernir a la jerarquía, para ver si habla o calla. Se habla o se calla porque Dios lo quiere, no por otro motivo.

  11. Marita dice:

    La fotografía de arriba es una verdadera lástima, da dolor, pena y verguenza, y solo se obervan tres obispos y un sacerdote temerosos y respetuosos del Señor.
    Hay una verdadera decadencia de la vida espiritual de los consagrados quienes deberían dar el buen ejemplo a las almas que estan en peligro de perderse y lo que hacen es idolatrar a un lobo con piel de oveja que se pavonea por donde quiera que pasa.

    • Luis dice:

      Bergoglio es el falso profeta, no es un predecesor. El anticristo debe aparecer a más tardar en junio de 2016. Pero el falso profeta ya está en su sitio.
      Fuente: María de la Divina Misericordia.

    • josephmaryam dice:

      Bergoglio no es el Falso Profeta que señala al Anticristo, sino es un falso profeta que sólo señala su misma mente humana. Bergoglio no cree en el Anticristo, sino que sólo cree en sí mismo.
      El Falso Profeta es el antitipo del Profeta del Mesías: San Juan Bautista.
      Tiene que conocer al Anticristo personalmente y tiene que hacer una obra pública que señale al Anticristo. Tiene que arrastrar, no por sus palabras bellas, sino por sus obras maravillosas.
      Bergoglio es sólo un viejo verde que hace mucho ruido, pero para darse gloria a él: no vive para otro, sino para él mismo.
      Todavía tienen que romper el dogma para que aparezca el Falso Profeta.

    • Cristina de López dice:

      Padre, son reiteradas las ocasiones en las que usted niega rotundamente que Bergoglio, el usurpador, no es el Falso Profeta, más sin embargo, yo creo que si lo es. Creo pues que identificarlo y señalarlo como quien realmente es, (no solo como un «usurpador o falso papa»), sino como el Falso Profeta, en estos tiempos oscuros y confusos, es de suma importancia para no ceder ningún terreno al Enemigo.

      Ahora permítame decirle padre porque creo que este usurpador es aquel Falso Profeta o Bestia de la Tierra encargado de romper la Iglesia Católica y de conformar la abominable iglesia universal ecuménica, y quien precede al mismo Anticristo.
      Ante todo, no es solo por una simple opinión personal, sino que, en primer lugar creo en la Voz del mismo Dios, quien en los mensajes de MDM y Conchiglia, que usted a su vez comparte, dice claramente que este necio y orgulloso es realmente el Falso Profeta, y en segundo lugar, «las palabras y obras de este usurpador» han dado a conocer quien es en verdad este hombre. («por sus frutos los conoceréis»).
      Cada palabra, obra o gesto de Bergoglio, simplemente vienen a confirmar todas y cada una de las palabras dadas anticipadamente por Nuestro Señor en dichos mensajes.

      En los mensajes dados a MDM son varias las ocasiones en las que se le dice que este impostor es el Falso Profeta. De todos ellos escojo uno en el que muy claramente se dice que SS Benedicto XVI es el último Papa Verdadero y que quien viene después de él es verdaderamente el Falso Profeta.
      He aquí un extracto del mismo:

      • Ellos, (falsos profetas que en sus mensajes elogian a Bergoglio) hija Mía, están siendo enviados para preparar a los hijos de Dios a aceptar al próximo Papa, quien viene después de Mi amado Vicario, el Papa Benedicto XVI. Este Papa, puede ser electo por miembros dentro de la Iglesia Católica, pero él será el Falso Profeta.

      http://www.elgranaviso-mensajes.com/news/a12-abr-2012-el-proximo-papa-puede-ser-electo-por-miembros-dentro-de-la-iglesia-catolica-pero-el-sera-el-falso-profeta/

      Por supuesto que en dichos mensajes también nos fue advertido que sus diabólicas acciones («desmantelar Mi Iglesia y romperla en mil pedazos* antes de que la escupa por su repugnante boca»), no serían visibles inmediatamente sino que los cambios que este maldito pretende serían repentinos una vez que la abominación, (que es lo que hipócrita, cinica y veladamente ha venido haciendo este impostor a lo largo de estos meses), heche raíces:

      • Él que se atreve a sentarse en Mi Templo, y que ha sido enviado por el maligno, no puede decir la verdad, porque no proviene de Mí. El ha sido enviado para desmantelar Mi Iglesia y romperla en mil pedazos antes de que la escupa por su repugnante boca.

      El falso profeta –el que se hace pasar como el líder de Mi Iglesia– está preparado para colocarse las túnicas, que no fueron hechas para él.

      Él profanará Mi Sagrada Eucaristía y dividirá Mi Iglesia por la mitad y luego a la mitad otra vez.
      Él hará esfuerzos para despedir a los fieles seguidores de Mi amado Santo Vicario el Papa Benedicto XVI, designado por Mí.

      Él erradicará a todos los que son fieles a Mis Enseñanzas, y los echará a los lobos.

      Sus acciones no serán visibles inmediatamente, pero pronto las señales serán vistas mientras se dispone a buscar el apoyo de los influyentes líderes mundiales y de aquellos en puestos altos.

      Cuando la abominación heche raíces, los cambios serán repentinos. Los anuncios(las invitaciones) por parte de él para crear una Iglesia Católica unificada al enlazarse con todos los credos y otras religiones, vendrán poco después.
      Él dirigirá la nueva única-religión mundial, y reinará sobre las religiones paganas. Él abrazará el ateísmo al hacer más débil el estigma++ que él dirá está asociado con la búsqueda de los así llamados “derechos humanos”. Todos los pecados, a los Ojos de Dios, serán considerados aceptables por esta nueva Iglesia que todo lo incluye.

      Cualquiera que se atreva a desafiarlo será buscado y castigado. Aquellos sacerdotes, obispos y cardenales que se opongan a él serán excomulgados y despojados de sus títulos. Otros serán intimidados y perseguidos junto con muchos sacerdotes que tendrán que pasar a la clandestinidad(ocultarse).

      http://www.elgranaviso-mensajes.com/products/a08-mar-2013-el-ha-sido-enviado-a-desmantelar-mi-iglesia-y-romperla-mil-pedazos-/

      Ahora bien, en los mensajes dados a Conchiglia, este impostor es mencionado como «hombre inicuo», «Innominado», «Vicario de Lucifer» y «Falsificador».

      «Debes escribir que el Hombre inicuo AHORA se sienta en el Trono de Pedro… Hombre aclamado por la multitud ciega de las cosas de Dios. Multitud a la deriva. Ovejas a la deriva a causa de sus pastores…a causa de otros hombres inicuos que no son Obispos y no son. Cardenales, ya que de hecho están excomulgados a los ojos de Dios. Hombres inicuos que siguen y seguirán al Vicario de Lucifer que YA ESTÁ presentando una doctrina que llevará Almas y Almas al infierno».
      (21 marzo, 2013).

      «Esa que ven hoy no es mi Iglesia… Mi Verdadera Iglesia. El Innominado precede al Anticristo. Quien tiene mi Luz en su propio corazón y en su propia mente ve bien que está trastocando lo que he enseñado.
      El «Innominado» llevará como don al Anticristo Almas y más Almas que se perderán en la eternidad además de la suya. ( 22 septiembre, 2013).

      En esos mismos mensajes, San Francisco de Asis se refiere a este impostor como el «Falsificador», quien como él mismo menciona se prepara para DESTRUIR LA IGLESIA:

      «Yo Francisco he venido a la tierra para reparar la Iglesia de Jesús… No para destruirla como se prepara el Falsificador» (21 marzo, 2013).

      Ruego a usted me perdone padre por haberme atrevido a contradecirle pero realmente había algo en mi que no me permitía callar más y si realmente no he comprendido dichos mensajes, ruego a usted me perdone doblemente. Y como siempre agradezco a Dios por colocarlo en nuestro caminar y a usted por defender la Verdad y ser Luz en estos tiempos de densa oscuridad.

      Nuestro Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo le bendiga!

    • josephmaryam dice:

      Todo es sencillo en Dios, pero no en la mente de los hombres:

      «Y cuando tú me entregues tu vida, permitiré que se introduzca un ANTIPAPA; pero no te angusties pues será la época en que Yo vendré y lo desenmascararé, y lo aniquilaré con el aliento de mi boca. Tú entonces vendrás conmigo a la Tierra de nuevo, y estarás a mi derecha, proclamando mi JUSTICIA» (Mensajes del Cielo – Mayo 2013 – pag 6.)

      El Falso Profeta está unido al Anticristo.
      Para que aparezca el anticristo, el Papa legítimo tiene que morir y quedar la Silla Vacante.
      Eso sólo es posible si se ha puesto un falso papa, haciendo renunciar al legítimo. Un falso papa y la sucesión de falsos papas para levantar la falsa iglesia, que es la propia del anticristo.

      Francisco Bergoglio sólo es la tuerca para esto. La tuerca necesaria:

      «Papa negro por su vestimenta, reinado corto en el cual habría muchos cambios en la Casa de Dios, y muchos conflictos internos» (Mensajes del Cielo – marzo 2013 – pag 8).

      Bergoglio ya está para irse: dejarán a otro, que sepa romper el dogma con su inteligencia. Bergoglio sólo hace mucho ruido, trayendo muchos conflictos entre la jerarquía y entre los fieles. Ya ha introducido cambios, en el gobierno, pero no en la doctrina. Mientras no se cambie la doctrina, la falsa iglesia no puede levantarse y no puede aparecer el anticristo. Hay cambios en la doctrina, pero sin que se note, por debajo, con un telefonazo, pero no con una ley de la Iglesia.
      Bergoglio es el Papa negro porque no tiene la vestimenta de la gracia: no posee el orden sacerdotal: tiene un impedimento para ser sacerdote y Obispo. Por eso, hace siempre su obra de teatro en la Iglesia. Parece sacerdote y es sólo un hombre que hace muchos gestos y que pronuncia discursos y sólo habla lo que hay en su cosecha, en su mente humana.

      «Solo os diré de este hermano que no es lo que representa, que recéis por él para que no caiga en todo lo que hay preparado y que en su reinado habrá mucho mal en el mundo y decadencia en la Iglesia ya que el demonio no se ha parado, sigue el camino trazado en su tiempo que es este» (Mensajes del Cielo – marzo 2013 – pag 9).

      Papa negro = falso papa = papa sin luz, papa sin espíritu de Pedro, papa sin verdad, papa sin camino. Es papa: porque lo llaman papa; pero no es papa: porque no tiene el Espíritu de Pedro. El Espíritu Santo no estaba en el Cónclave:

      «Si el Santo Padre BENEDICTO XVI, elegido por el Espíritu Santo, lo es para toda la vida hasta la muerte… ¿qué hará el Espíritu Santo en el cónclave que se celebrará para elegir el que haya de sentarse en la Silla de Pedro?

      Maestro = La ausencia del Espíritu Santo se notara con el tiempo, los hechos hablaran por si solos. Amén» Mensajes del Cielo – febrero 2013 – pag 7

      Aprendan a discernir.

    • Jose M dice:

      AD Cristina y Filomena,

      sea cual sea el análisis que haga JosephetMariam como consecuencia de sus comentarios, les agradezco el esfuerzo exegético realizado, y las citas de MDM, pues, una cosa es leer a MDM como hago y otra es tener la perspectiva de poder efectuar citas de mensajes de hace 2-3 años. Les agradezco el esfuerzo y la verdad que da que pensar, si bien me faltan luces para emitir un juicio definitivo.

      En cualquier caso, mantengámosnos firmes en la fe y con la esperanza que los tiempos serán abreviados.

      En Cristo y María
      Adveniat Regnum Tuum

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Allí donde está Pedro, allí está la Iglesia, allí se encuentra a Dios

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